miércoles, 14 de marzo de 2012

Piloto.

COLABORACIÓN.
Autor: Adrián Granjo.

La primera vez que te vi eras de dos tonalidades de marrón, una más clara que la otra, y muy suave. Llegaste a mí una noche de invierno, era tarde y estaba medio dormido, pero cuando te vi aluciné. Lo primero que me preguntaron fue: "¿como le vas a llamar?". Aquí se me planteó un pequeño dilema y a mis 5 o 6 años lo resolví con algo con lo que cualquier chiquillo de esa edad tenía, imaginación. Te imaginé pilotando un avión monoplaza de esos antiguos con una hélice en la parte delantera y de ahí tu nombre, "Piloto".

Crecimos juntos y, pese a haber sufrido algún que otro percance en mis manos, a día de hoy sigues, más o menos, intacto. ¿Quien no necesita un corte de pelo? Me acompañaste durante toda mi infancia, sobretodo por las noches, y cuando tenía miedo a los monstruos que habían debajo de la cama o dentro del armario sólo tenía que abrazarte para que ese temor se esfumara. Pocas veces te separabas de mí por las noches y, aunque llegaron muchos más parecidos a ti, nunca pude dejarte así como así, ni siquiera a mi hermano.

Algunos que vinieron más tarde no duraron mucho, pues no estaban preparados para afrontar los peligros que supone un hermano furioso o un centrifugado. Otro del que me acuerdo mucho fue "Pingüino" y como su nombre indicaba tenía la típica forma de un "emperador" pico rojo, pecho blanco, cuerpo negro y patitas del mismo color que el pico. El pobre acabó sin cabeza. Me dio mucha pena pues llegó a ser en uno de mis favoritos.

Piloto se convirtió en el entretenimiento de nuevos miembros de la familia tanto humanos como peludos. Hoy en día sigue conmigo y espero pueda acompañar a nuevos pequeños soñadores, y hacer frente a los peligros que suponía no tener la luz encendida cuando nos íbamos a dormir. Cuando aparecían los miedos por monstruos o la misma oscuridad. Piloto es, fue y será mi peluche, mi mascota a quien cuidaba y quien me cuidaba. ¿Y vosotros no tenéis ninguno? Puede que el vuestro haya sido un gato de peluche, una rana...

2 comentarios:

  1. Una bonita redacción nostálgica que nos hace recordar esa infancia para muchos perdida.

    Muchas gracias Adrián por tu colaboración en este blog, ya sabes que tienes sus puertas abiertas para cuando desees.

    Y para todos los demás invitaros a participar con vuestros relatos, historias o reflexiones. Qué mejor manera de conocerse a uno mismo, y abrirse a los demás, que preguntar y dejarse llevar por las palabras que nacen en nuestro interior y fluyen por la punta de nuestros dedos.

    ResponderEliminar
  2. Yo tengo uno en casa que se llama Pinpon
    ...No se si alguien se acordara de él!!!!!!!!!

    ResponderEliminar